21/09/2016 - 4:20 PM
Los embarques subieron 50%; “comienza a instalarse como una alternativa positiva de negocios”, evaluó el consultor Víctor Tonelli.
La Nación, Argentina – GDA | La cuota 481, de carne de feedlot para la Unión Europea, está comenzando a operarse “fluidamente”, según evaluó el consultor ganadero Víctor Tonelli ante una consulta de La Nación. Aunque con un volumen bajo, los envíos de la Argentina a ese mercado ya crecieron un 50 por ciento.
A diferencia de la cuota Hilton, que se asigna a un país y es para animales alimentados a pasto, la cuota 481 es para la hacienda terminada en feedlot (con grano) y es manejada por los importadores que deciden a quienes comprar 48.200 toneladas entre seis oferentes habilitados: Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda, Canadá, Uruguay y la Argentina.
Este cupo requiere animales con no menos de 100 días terminados a corral y no menos de 30 meses de edad. Pero la cuota 481 presenta otras diferencias con la Hilton no sólo por el tipo de la alimentación de los animales, sino por los aranceles de ingreso y las posibilidades de integración para la industria frigorífica.
Su carne ingresa en Europa sin pagar aranceles, contra el 20% que abona la cuota Hilton. Además, permite a la industria colocar más cortes. Para la cuota 481 pueden ser 18 cortes, contra ocho de la Hilton. La Argentina en Hilton está enviando cuatro cortes (lomo, cuadril, bife ancho y bife angosto) y empezó con 13 de la cuota 481.
En este contexto, en el período 2015/2016, que finalizó el 30 de junio pasado, la Argentina exportó 2200 toneladas a esta cuota, un 50% más que en el período anterior, destacó Tonelli. Pese al crecimiento del país, es un volumen bajo considerando las 48.200 toneladas de cuota total que ofrece el mercado europeo.
Según Tonelli, el precio de venta FOB de la Argentina oscila entre los 9000 y 9700 dólares por tonelada exportada, que depende mucho del conjunto de cortes embarcados.
Si bien para la Argentina esta cuota se inició hace un año y medio, hubo demoras para la llegada a ese mercado. “La demora se debió a que tanto los productores como los propios frigoríficos debieron aprender cómo hacer los novillos, por un lado, y cómo integrarla con otros negocios, por el otro”, señaló el experto.
En el caso de los productores, de acuerdo al analista fueron entendiendo cómo reducir los rechazos, que comenzaron siendo del 15% o más y en la actualidad no pasan del 5%. El año pasado, la principal causa de rechazo era que había animales con más de 2 dientes incisivos permanentes, que es lo que se acepta en ese mercado. Ahora, los rechazos tienen que ver más con la conformación y el peso de las reses, pero esos rechazos son bajos.
“Es una buena alternativa comercial siempre y cuando la hagan (los productores) bajo convenio o contrato con los frigoríficos que finalmente la procesarán y exportarán”, afirmó.
Para los frigoríficos, en tanto, según Tonelli se trata de un negocio que requiere de acuerdos comerciales de mediano y largo plazo con compromisos de envíos periódicos y no de un negocio spot que se cierra ocasionalmente.
“La cuota comienza a instalarse como una alternativa positiva de negocios y va formando un precio que, para el productor, representa entre el 5 y el 6% por encima del valor que recibe por un novillo similar proveniente de la Hilton para la Unión Europea, por fuera de la cuota”, explicó.