La crisis sociopolítica que enfrenta el país desde hace un mes, ha provocado decenas de muertos, cientos de heridos y pérdidas millonarias en diversos sectores de la economía; y de cara al inicio del ciclo agrícola 2018-2019 podría reducir hasta en cincuenta por ciento las áreas de siembra de granos básicos en el subciclo de primera.
Los centros de acopio y los distribuidores de insumos que tradicionalmente han financiado la siembra de granos básicos han restringido su oferta, como medida de protección por la crisis que enfrenta el país.
“Las casas comerciales proveedoras de servicios están siendo muy cautelosas, ellos daban financiamiento con semilla e insumos y en este momento no lo van a hacer, todo lo van a vender de contado, sobre todo en la zona de Matagalpa y Jinotega, que es donde se están dando los enfrentamientos, los proveedores tienen incluso cerradas algunas de ellas (sus agencias) por miedo al saqueo”, señaló el gerente técnico de la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua (Upanic), Julio Munguía.
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Esa falta de financiamiento —según Munguía— reducirá a la mitad el área de siembra de granos básicos, principalmente en maíz y frijol, ya que los productores se están autofinanciando. Incluso, los que tienen semilla guardada del ciclo anterior tendrán dificultad, ya que los pocos recursos disponibles los tienen que destinar a la compra de los insumos. Por eso se calcula que reducirán al menos a la mitad las áreas de producción.
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La producción de granos básicos en Nicaragua está mayoritariamente en manos de los pequeños y medianos productores y gran parte se destina al consumo local.
Mayoría necesita crédito
Salvador Castillo, directivo de la Federación de Asociaciones Ganaderas de Nicaragua (Faganic), recordó que al menos el setenta por ciento de los productores trabaja con financiamiento, ya sea de la banca o de las instituciones de microfinanzas, con la crisis se les ha dificultado cancelar las deudas del ciclo anterior para optar a un nuevo crédito.
“Mientras el productor no cancele sus obligaciones en las microfinancieras se limita el otorgamiento de recursos, entonces eso va a restringir un poco la siembra, no es que no vamos a sembrar sino que va a limitarse”, aseveró Castillo.
El ciclo agrícola 2018-2019 debió iniciar esta semana con la instalación de la temporada lluviosa y ante la restricción de financiamiento que está enfrentando el sector, desde la semana pasada LA PRENSA ha buscado la versión de la Cámara de Microfinancieras (Asomif), pero su presidenta Verónica Herrera no ha respondido a nuestras consultas.
Tampoco se ha logrado una versión de la Asociación Nicaragüense de Formuladores y Distribuidores de Agroquímicos (Anifoda) sobre los saldos pendientes del ciclo anterior.
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Mientras la crisis continúe los productores tendrán que ingeniárselas para producir al menos los granos básicos para el consumo, apuntó Castillo. “Por ejemplo para la compra de un bolsón de maíz mejorado se necesitan dos mil córdobas, que quizás para alguien de la ciudad es poco dinero pero para el campesino no, y no todos los tienen. Todas estas cosas nos van a afectar”, aseguró Castillo.
Por su parte Martín Argüello, presidente de la Asociación de Agricultores de León (ADAL) y directivo de Upanic, indicó que la siembra para el ciclo agrícola 2018-2019 se hará con cautela en todos los productos.
“Creo que eso afecta la inversión y afecta la disponibilidad de crear un ambiente de expansión o mayor expansión así lo vemos por el momento, la gente está trabajando con cautela, a la expectativa, esperamos que el fruto de este diálogo pueda permitir que tengamos un ciclo agrícola bastante normal”, mencionó Argüello.
Lo que se siembra
Según el Plan Nacional de Producción, Consumo y Comercio para el ciclo anterior (2017-2018) se proyectó sembrar 575,900 manzanas de maíz para obtener una producción de 9.18 millones de quintales del grano. Se estima que en Nicaragua se consumen 8.70 millones de quintales de maíz anualmente.
Con respecto al frijol rojo, la meta para el ciclo que está concluyendo era sembrar 420 mil manzanas y obtener una producción de 4.43 millones de quintales. Según el Plan de Producción en el ciclo anterior el consumo aparente de frijol en el país fue de 2.40 millones de quintales.
La meta para el arroz en el ciclo pasado fue sembrar 98 mil manzanas y producir 5.37 millones de quintales para abastecer parte del consumo nacional estimado en siete millones de quintales. La diferencia se importa.
Financian otros granos
Martín Argüello, presidente de la Asociación de Agricultores de León (ADAL) y directivo de la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua (Upanic), asegura que la siembra de productos a gran escala, como caña de azúcar, maní y arroz, no ha reportado “trabas” en la obtención de financiamiento. “La mayoría de los productores cuenta con su financiamiento tradicional, entendemos que hay algunos rubros que los bancos no pueden financiar, ya sea por cuestiones económicas, ejemplo de eso es el sorgo, hay cierta renuncia de los bancos a financiarlo por los bajos precios que tuvieron el año pasado y el año anterior”, pero el resto según Argüello hasta ahora se entrega con normalidad.
Fuente: La Prensa