Jinotega es un departamento eminentemente cafetalero, sin embargo, entre su actividad agrícola secundaria encontramos la siembra de granos básicos, entre los que sobresalen frijol y maíz, sin olvidar que cuenta con una actividad alternativa en la siembra de hortalizas.

“Jinotega entró a la caficultura a finales de 1800, es un departamento cafetalero, aunque ha sido uno de los mayores productores de carne, muchas veces creen que la carne está en otros sectores pero no es así, por lo tanto,´también la ganadería es intensa, así como los granos básicos y las hortalizas”, señala el Eduardo Rizo, presidente de la Asociación de cafetaleros en Jinotega.END- END -

Rizo explica que en Jinotega está alrededor del 60% de la producción nacional de café y que en la época de corte se necesitan al menos 70 mil cortadores cabezas de familia, por lo tanto el impacto positivo es para casi 350 0 400 mil personas.

“En la época que no hay cosecha quedamos con trabajadores permanentes tradicionales, hablamos de 40 mil personas”, señaló.

Por otro lado, Rizo mencionó que las variedades tradicionales son caturra, maragogipe, borbone y algunas como catuai, que han sido las más cosechadas, aunque admite que se han introducido otras, entre las cuales algunas han resultado un fiasco.

“Con el avance de roya y de algunas enfermedades bacteriológicas se han introducido variedades nuevas que han sido probadas en otros países, porque los laboratorios que teníamos aquí desaparecieron y eran centros experimentales de los cafetaleros. Ahora dependemos del estudio que hacen otras organizaciones de cafetaleros de Costa Rica, Guatemala, Honduras, Colombia y Brasil, que están en mejor posición que nosotros”, apuntó.

Entre los problemas de la caficultura actual señala que las semillas de fuera son certificadas por organizaciones serias y los ministerios de cultura de los países de proveniencia, pero en Nicaragua cualquiera libera semilla con tal de hacer dinero, porque no hay regulación.

El presidente de la Asociación de Cafetalero en Jinotega dijo que tienen organizaciones en todos los municipios y que se han reunido con gente de varios puntos tradicionales, para enfrentar la situación de los bajos precios del café y la afectación de la cosecha por impacto climático.

Fuente: El Nuevo Diario