Las lluvias que han caído en las últimas dos semanas podrían afectar la calidad de la cosecha de frijol que se sembró en el subciclo de apante en varias zonas del Norte y el Caribe del país. De mantenerse estas precipitaciones en las próximas tres semanas, pondrían en riesgo también el volumen de la producción que saldrá de las zonas altas del Matagalpa y Estelí.
“En las últimas dos semanas ha estado lloviendo fuerte en la región del Triángulo Minero (Región Autónoma de la Costa Caribe Norte) y ahí la gente está en el periodo de arranque del frijol y en otros casos de aporreo, entonces parte de esa cosecha va a perder calidad porque la humedad que tiene el grano es muy alta, entonces cuando se almacena corre el riesgo de nacerse”, explica Manuel Morales, presidente de la Unión Nacional de Agricultores y Ganaderos (UNAG).
Según Morales, una situación similar enfrentan productores de las zonas altas de Estelí, donde muchos productores ya arrancaron la cosecha y tampoco han podido secar el grano para su correcto almacenamiento.
De mantenerse las precipitaciones durante las próximas tres semanas, las afectaciones podrían ser mayores en Nueva Guinea y zonas altas de Matagalpa, donde la siembra se realizó más tarde.
Confían en cese la lluvia
“En estas zonas la cosecha sale entre la última semana de febrero y los primeros diez días de marzo. Ahorita la lluvia no afecta mucho porque las vainas ya sazonaron y están madurando y cuando eso sucede en la planta las hojas comienzan a ponerse amarillas, pero ese es un proceso normal, no es efecto de la lluvia, el problema se presentará si llueve cuando se esté cortando la cosecha”, señala José Solórzano, presidente de la UNAG Matagalpa.
Solórzano confía en que las lluvias cesen en los próximos días o que al menos se presenten de forma esporádica, ya que los productores pueden aprovechar las pocas horas de sol para cortar, aporrear y secar la cosecha.
“Solo en Matagalpa se calcula que se siembran unas 32 mil manzanas de frijol en apante y este año estas áreas podrían haber crecido, ya que se recuperaron muchas zonas que en los últimos doce años se habían dejado de destinar al frijol”, sostiene Solórzano.
Los dirigentes gremiales coinciden en que de momento no se puede cuantificar las manzanas que se destinaron a la siembra de frijol en este ciclo y qué porcentaje de estas estarían afectadas por las recientes lluvias. Pero recuerdan que la producción de frijol de apante es la mayor de los tres subciclos que integran todo el ciclo agrícola, ya que por las condiciones de humedad que requiere el grano, la siembra de primera y de postrera son menores.
Según el Plan Nacional de Producción, Consumo y Comercio, en el actual ciclo agrícola 2017-2018 se tenía previsto sembrar 420 mil manzanas de frijol y obtener una cosecha de 4.4 millones de quintales. De este volumen, 2.4 millones de quintales se destinarían al consumo local y al menos 1.3 millones se enviarían al mercado internacional. Los restantes 700 mil quintales quedarían como reserva para el abastecimiento local.
Precio se mantiene estable
Según dirigentes de la Unión Nacional de Agricultores y Ganaderos (UNAG), actualmente el precio del frijol se mantiene estable y con la próxima salida de la cosecha de apante podría incluso registrar un leve descenso.
Actualmente en el campo el precio máximo que pagan los intermediarios al productor es de 1,400 córdobas por quintal. “Y cuando la cosecha comienza a salir, los comerciantes generalmente bajan un poco el precio”, dice el presidente de la UNAG Matagalpa, José Solórzano.
En tanto, en los mercados de la capital, según monitoreo realizado el reciente fin de semana por LA PRENSA, el precio se mantuvo estable en 16 córdobas por libra.
Fuente: La Prensa