Como consecuencia del buen desempeño que han registrado las precipitaciones desde el inicio de la temporada lluviosa —en mayo pasado— el sector agropecuario espera incrementos en los volúmenes de producción, que deberían incidir en la reducción del precio al consumidor, pero que también demandan la búsqueda de nuevos mercados.
“En el caso del maíz y del frijol se esperan cosechas magníficas, las lluvias (de la tormenta Nate) afectaron pero muy poco y en general la producción viene muy buena y debería provocar una reducción en el precio que paga el consumidor”, dice Álvaro Fiallos, presidente honorario de la Unión Nacional de Agricultores y Ganaderos (UNAG).
Fiallos atribuye el incremento de precio que registraron recientemente en los mercados populares el precio del frijol y el maíz, a maniobras de los especuladores que quieren aprovechar el dinero adicional que circula en esta época por el pago del aguinaldo o décimo tercer salario que reciben los trabajadores.
Antonio García, presidente de la UNAG León, coincide con Fiallos en que las cosechas de los diversos productos que están saliendo al mercado de la siembra del subciclo de postrera “en general” son “muy buenas” a excepción de algunos productos como el maní, que en algunos lotes podría tener alguna afectación de calidad por el exceso de lluvia. Y el plátano que registró algunos daños pero por ser de producción permanente ya se recuperó.
No hubo daños generalizados
“Pero no son daños generalizados, sino de pequeña envergadura en áreas pequeñas de algunos lotes”, insiste García.
Para el maíz, que es el principal producto que se siembra en la postrera, también se espera una cosecha récord. Para el ciclo agrícola 2017-2018 —que está en curso— el Plan Nacional de Producción, Consumo y Comercio contempla sembrar 575 mil manzanas y la producción de 9.18 millones de quintales.
De otros productos, como la caña y el sorgo que se siembran en la zona de occidente en esta época, según García, también se esperan muy buenos resultados, aunque en sorgo la cosecha será menor porque hubo reducción en las áreas de siembra.
Por su parte, el presidente de la UNAG Matagalpa, José Solórzano, dice que hubo muy buena cosecha de frijol en la siembra de primera y lo poco que se produce en la postrera ya está entrando a los mercados, por lo que el precio tendría que bajar. Pero reconoce que la mayor parte de este grano se siembra en apante, por lo que los productores están a la espera de las lluvias de las primeras dos semanas de diciembre para iniciar la siembra.
“Hay suficiente semilla y terreno, lo que estamos esperando es el tiempo. Dado que las lluvias se han comportado bastante favorables la siembra se haría entre el 15 y el 30 de diciembre… aunque en algunos municipios donde llueve más terminan de sembrar hasta en enero… Esa cosecha sale entre febrero y abril porque ahora se usa semilla de ciclo rápido”, explica Solórzano.
Ganadería también
El buen régimen de lluvias está provocando una buena producción de pasto que, según Álvaro Vargas, presidente de la Federación de Asociaciones Ganaderas de Nicaragua (Faganic) se traducirá en un incremento en la preñez de las vacas y de hasta 30 por ciento en la producción de leche.
Según Vargas, realizaron un sondeo en fincas de Chontales y calculan que al crecimiento natural del hato del 5 por ciento, entre enero y marzo se le sumará un 5 por ciento adicional producto de la buena alimentación de las vacas.
“Si según el último dato del Banco Central tenemos 1.2 millones de vacas paridas, eso significa que vamos a tener el nacimiento de unos sesenta mil terneros como crecimiento natural del hato y otros sesenta mil adicionales producto de la buena alimentación que han recibido las vacas en este ciclo y eso se convierte en unos 280 mil litros adicionales de leche diariamente”, detalla Vargas.
Nuevos mercados
Para el presidente de la Federación de Asociaciones Ganaderas de Nicaragua (Faganic), Álvaro Vargas, el incremento de la producción ganadera se convierte en un gran reto porque obliga a la búsqueda de nuevos mercados para colocar la producción adicional de carne y leche que se obtendrá en este ciclo. “Desde enero tenemos que comenzar a buscar qué hacer con ese excedente de leche para que después de abril no estemos lamentando que la sobreproducción bota el precio”, advierte Vargas.
Fuente: La Prensa