Si la producción de frijol lograra incrementar en un cincuenta por ciento los actuales niveles de rendimientos, que son de los más bajos en Centroamérica, Nicaragua con facilidad podría obtener unos doscientos millones de dólares en exportaciones, según especialistas vinculados a esta actividad que reclaman más atención a este cultivo, que no solo es clave para la seguridad alimentaria sino también que está en manos de más de doscientos mil productores, en su mayoría pequeños.
La producción de este grano, al igual que otros cultivos, es una mina de dinero sin aprovechar. Michael Healy, presidente de la Unión de Productores Agropecuarios (Upanic), afirma que actualmente el rendimiento promedio es de 12 quintales por manzana y con estos niveles de producción el sector ha aportado hasta 82 millones de dólares en exportación en los últimos años.
El problema, precisa, es que solamente el diez por ciento de la producción de frijol usa tecnología, que permite alcanzar incluso niveles de rendimientos de producción que superan los sesenta quintales por manzana, lo que refleja la importancia de atender a este sector con asistencia técnica y tecnología.
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“La mayoría de estos productores con 450 mil manzanas que se siembran de frijol son pequeños productores. Nosotros hemos insistido como Upanic en los últimos cinco años, le hemos presentado propuestas al Gobierno para ver de qué manera la tecnología de Frijol Nica, con Ramac, y la tecnología de los inoculantes la podríamos regar entre los productores pequeños, con capacitación. Desgraciadamente no hemos tenido eco en este sentido”, afirmó Healy.
En Upanic están las centenares de cartas que se han enviado a los ministros agropecuarios de turno de este gobierno, asegura, pero hasta ahora no hay respuesta. Incluso ha sido planteado al Gabinete de Producción, Consumo y Comercio, pero tampoco hay eco.
En Nicaragua la producción de frijol ronda los cinco millones de quintales, una parte se deja para el consumo local y otra se envía al exterior sin valor agregado.
Según datos del Banco Central de Nicaragua, entre enero y agosto de este año los ingresos por exportaciones de frijol suman 50.3 millones de dólares. El año pasado, este cultivo dejó al país 63.4 millones de dólares.
Falta interés del Gobierno
Orontes Lacayo, vicegerente de Ramac, que impulsa el programa Frijol Nica, también lamenta esa falta de interés del sector estatal por la producción de frijoles. La situación de este cultivo, indica, “es bien difícil. Es el producto menos favorecido del país y que ha sido un reto llevar la tecnología de Frijol Nica a 15 mil o 16 mil productores, los que producen dos o tres veces más que un productor normal”.
Lacayo señala que los niveles actuales de producción en el frijol son similares a los de los años cincuenta y sesenta, “estamos muy debajo de los rendimientos de otros países”.
“Si en Nicaragua lleváramos los niveles de producción de 12 quintales por manzana a 18 quintales, podríamos exportar doscientos millones de dólares en producto, sin despalar una manzana más”, dijo.
Para ello, hay que aunar esfuerzos crediticios y técnicos para atender la producción de frijol.
Healy asegura que una vez que se resuelvan los problemas de propiedad, es decir se ordene la situación legal de las tierras, los productores pequeños serán rentables para la banca, lo que permitiría que estos obtengan financiamiento y con ello inyectar tecnología a la siembra para aumentar los rendimientos.
Lacayo y Healy coinciden en otro planteamiento: hay que impulsar la asociatividad de este sector, debido a que por su tamaño —cada productor tiene en promedio una manzana— llevar la tecnología y asistencia se encarece, por tanto hay que crear grupos para abaratar costos.
Fuente: La Prensa