La producción de cacao en los municipios de San Carlos y El Castillo, departamento de Río San Juan, se ha multiplicado durante los últimos dos años como resultado de la capacitación y tecnificación que reciben 750 productores de 56 comunidades a través del proyecto Gestión Rural Empresarial, Seguridad y Medio Ambiente en la Región del Atlántico (Progresa Caribe).
La finca del productor Denis Venavides, de 45 años, se ubica en la comunidad La Venada, en San Carlos. Empezó a sembrar cacao hace cinco años. Inicialmente producía apenas cinco quintales por manzana, pero cuando comenzó a aplicar los conocimientos aprendidos para darle el tratamiento adecuado a la planta, su producción pasó a 15 quintales por manzana. Venavides relata que ha involucrado a toda su familia en la producción y venta del grano.
El proyecto Progresa Caribe, ejecutado por el Instituto de Desarrollo para la Democracia (Ipade), con fondos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) y el apoyo de Lutheran World Relief (LWR), les brinda conocimientos técnicos y metodológicos a los productores para que puedan mejorar la productividad del cacao.
Específicamente les enseña técnicas de mejoramiento genético, mejora de la fertilidad de los suelos y el manejo integral de plagas y enfermedades.
Isidro Betancourt es otro productor de la zona que habitualmente se dedicaba a la siembra de frijol y maíz. Ahora se describe como un campesino innovador. Desde el 2015 se dedica a la siembra de cacao, lo que ha mejorado sus ingresos y su calidad de vida.
“A los campesinos se nos ha inculcado que la siembra solo es arroz, frijol y maíz, pero debemos aventurarnos a sembrar algo diferente y que deje más ganancias. Al final de cuentas lo que importa es el cuido y cómo se haga”, dice Betancourt.
Este productor vende unas 50 libras de cacao seco por semana, lo que le deja ingresos de al menos C$5,000 mensuales. Esto sin incluir las ganancias que normalmente obtiene de la venta de frijol y maíz a intermediarios.
“Lo que me gusta del cacao es que es de producción permanente y eso a uno le ayuda a invertir para producir más y ayudarse en los gastos diarios. No es como el frijol, que solo se cosecha por temporada. Con el rubro del cacao todo el tiempo se están viendo las ganancias”, comenta Betancourt.
RESULTADOS
Ricardo Godoy Gross, coordinador del proyecto, explica que actualmente trabajan con 516 productores de las zonas de El Castillo y San Carlos que iniciaron en octubre del 2015 en lo que fue la primera etapa. Agregó que en abril de este año se integraron 234 productores más, en lo que es la segunda etapa del proyecto, cuya inversión asciende a US$450,000.
Los resultados indican que en los productores hay un avance en la puesta en práctica de nuevas tecnologías como injertos en árboles adultos, la selección de árboles élites (los que producen más) y la repoblación de áreas con cacao de buena calidad.
Otro factor que está incidiendo en el incremento de la producción cacaotera de Río San Juan es el suelo. Estudios realizados concluyeron que en la superficie sanjuaneña hay una deficiencia de nitrógeno y fósforo y un alto contenido de hierro, lo que favorece a ese cultivo.
El principal problema de los productores de cacao de San Carlos es que hay un centro de acopio que no está funcionando desde hace dos meses, lo que provoca que la venta sea al detalle o a través de intermediarios y se reduzcan sus ganancias.
EN EL CASTILLO
Los ingresos de Omar Rojas Espinal pasaron de C$15,000 a C$120,000 en 2016. Su finca El Brene se ubica en la comunidad Las Colinas, en El Castillo. Él mismo reconoce que antes no sabía nada relacionado con la producción de cacao, pero desde que se involucró con el proyecto Progresa Caribe su calidad de vida ha mejorado.
“Antes vivíamos de una manera muy pobre. El cacao nos ha permitido mejorar nuestra calidad de vida, pero para sacarle las ganancias se debe cosechar un producto de calidad y este lo obtenemos aplicando los conocimientos necesarios, no a la ligera”, revela el productor.
Cada manzana de cacao sembrada en su propiedad produce 22 quintales por año. Sus parcelas son de las más productivas de la zona. En total cuenta con seis manzanas de cacao sembradas y pretende expandirlas a ocho, pues su finca tiene una extensión de 40 manzanas.
A diferencia de los productores de San Carlos, en El Castillo sí están agrupados en cooperativas y existe un centro de acopio donde pueden vender su cosecha una vez al mes.
Progresa Caribe trabaja con tres cooperativas de El Castillo. Una de ellas es la Cooperativa de Desarrollo Productivo del San Juan (Coodeprosa), cuyo vocal Julio Cordoncillo refiere que en los últimos años el cacao que producen y acopian en la zona lo venden principalmente a la chocolatera Ritter Sport. Sin embargo, entre sus metas a mediano y largo plazo está vender a otros mercados.
Coodeprosa ganó el año pasado el primer lugar en el Concurso de Calidad de Cacao, que reconoce al mejor grano de Nicaragua. Ese premio les dio la oportunidad de participar en los Premios Internacionales de Cacao 2017, que se realizarán en París, Francia, en agosto. Ahí, los productores de esta cooperativa esperan establecer contactos con chocolateras internacionales para empezar a exportar su producto.
UN VIVERO
El proyecto, que inició en el 2015, contempló la apertura de un vivero de plantas de cacao en la comunidad Pavón Uno de San Carlos. Actualmente cuenta con 10,000 plantas cuyo cuido, injertación y reproducción de las mismas están a cargo de ocho personas que viven del oficio.
Anielka Castellón es una joven madre de dos hijos que antes de la apertura del vivero estaba desempleada. Desde que inició a trabajar ahí asegura que injerta al menos 200 plantas al día, lo que le deja ganancias de C$400. También decidió plantar cacao en terrenos de su familia.
En el vivero cada planta tiene un costo de C$60. En la primera etapa del proyecto trabajaron en 44 comunidades, donde se entregaron alrededor de 25,000 plantas de cacao y en la segunda etapa, que se encuentra en ejecución, pretenden entregar al menos 10,000 en 12 comunidades de San Carlos y El Castillo para seguir multiplicando la producción.
Fuente: El Nuevo Diario