La Autoridad Panameña de Seguridad de Alimentos informó ayer que levantó una inhabilitación temporal a los registros sanitarios de productos cárnicos de Brasil, después de que se comprobara que no están relacionados con una investigación por venta de carne adulterada en ese país.
La entidad determinó que los alimentos de origen cárnico que hasta la fecha se importan a Panamá, no fueron afectados por las irregularidades halladas en 21 plantas del país suramericano, que es el mayor exportador de carne bovina y de pollo del mundo.
La institución supervisora brasileña y las empresas productoras “sustentaron que los productos cárnicos procesados cumplían con los procedimientos de satisfacción y por ende con los requisitos sanitarios”, para su venta en Panamá, apuntó la fuente en un comunicado.
El pasado 22 de marzo la Aupsa informó que, como medida preventiva, había inhabilitado temporalmente los registros sanitarios de esos productos brasileños y ordenó el retiro de lo que hasta ese momento se comercializaba.
La medida se mantendría hasta que la institución homóloga en Brasil certificara con pruebas técnicas y científicas que los alimentos cumplían con los requisitos para su consumo.
Mafia
Las autoridades de Brasil descubrieron en marzo pasado una mafia que, con la complicidad de fiscales sanitarios corruptos, “maquillaron” con productos químicos carnes que estaban en mal estado y no cumplían con los requisitos para su venta en el exterior.
Hong Kong, México, Uruguay, Suiza, Trinidad y Tobago, Jamaica y Corea del Sur también reaccionaron con la suspensión de la importación de carne brasileña.
A raíz del descubrimiento, la Policía Federal del país suramericano denunció a al menos 63 personas, según informó el pasado abril. De acuerdo con cálculos del propio Gobierno, el escándalo puede costarle a Brasil el 10% de su mercado externo y pérdidas cercanas a US$1,500 millones anuales.
Fuente: El Nuevo Diario