El proceso industrial de la yuca para convertirlo en almidón en Nicaragua inició en abril pasado, después de que inversionistas nacionales decidieran invertir unos siete millones de dólares en la construcción de una planta bajo el proyecto Almidones de Centro América SA (Alcasa).
Desde abril y con una inversión de cuatro millones de dólares, se construyó una fábrica de procesamiento de yuca y otros tres millones se dirigieron a programas de asistencia técnica para que productores de yuca elevaran sus niveles de rendimiento en la siembra.
“En nuestro primer año vamos a producir y exportar siete mil toneladas de almidón que es más o menos el 45 por ciento de la capacidad de producción de la fábrica, en el segundo año entre 12 mil toneladas de almidón y el tercer año 15 mil toneladas de almidón”, estimó Álvaro Guerra, gerente general de Alcasa.
Se estima que por cada tonelada de almidón exportada se obtenga en promedio unos seiscientos dólares.
Las metas de exportación se sustentarán en el aumento en la producción de materia prima. En la actualidad cuenta con unas dos mil manzanas de yuca cultivadas en León y Chinandega, cuyos rendimientos oscilan entre 14,000 toneladas y 25,000 toneladas por manzana.
“En los próximos dos años vamos a tener cuatro mil manzanas de yuca, todos los productores de esta zona se van a ver beneficiados con precios estables todo el año, que inclusive esta fábrica le paga el precio por el ciento por ciento de su producción, es decir se les compra el descarte que no se vende en el mercado nacional”, detalló Guillermo Jacoby, presidente de la Asociación de Productores y Exportadores de Nicaragua (APEN).
En la actualidad, con esta inversión se generan cuarenta empleos en la planta de proceso y en campo alrededor de 250 trabajadores.
Para en mayo se tiene previsto exportar las primeras quinientas toneladas de almidón a Centroamérica, pero a medida que vaya aumentando la producción también van a vender a México, Estados Unidos y Europa (Holanda, Reino Unido y España).
“Nosotros estamos apostando la industria del alimento. (El almidón) se ocupa en embutidos para un aglutinante, para salsas y sopas para un espesante para la industria de panadería, pastelera, aunque el almidón tiene otros usos que no es nuestro enfoque, que se es para la industria cartonera y de papel que le da rigidez al papel, pegamento, industria textil y farmacéutica”, explicó Guerra.
Buscan ser autosostenibles
El proceso de transformación de la yuca se realiza bajo métodos que permiten limpiar las aguas utilizadas en el lavado del producto y también generar biogás.
“De tres a seis meses vamos a estar autosuficientes en la parte térmica. Vamos a generar energía térmica para la parte del secado del almidón, el ciento por ciento utilizando nuestro biogás de nuestro biodigestor. En unos dos años aproximadamente cuando ya tengamos suficiente producción de biogás tendremos generadores eléctricos para tener la parte de energía eléctrica autosuficiente, los motores de la fábrica estarían siendo energizados por el mismo biogás”, destacó Guerra.
La otra parte del desarrollo de ese proyecto contempla la creación de un centro de investigación para desarrollar estudios de la yuca.
Jacoby indicó que las exportaciones con valor agregado como las que realizará esta empresa darán un impulso al esfuerzo que debe dar Nicaragua de apostar por vender productos con valor agregado y no exclusivamente materia prima.
Fuente: La Prensa