Un lote de café producido en la finca Monimbó, en Aranjuez, Matagalpa, fue seleccionado por la cadena internacional de cafeterías Starbucks para ser ofrecido a sus clientes como parte de su exclusiva y limitada reserva premium de este año.
Para Danilo Marenco Batres, copropietario de la finca Monimbó, entrar a la reserva de Starbucks es una distinción muy especial que se obtiene como resultado del esfuerzo de años en la producción de variedades tradicionales de café caturra, que por naturaleza se destacan por ofrecer una taza de gran calidad.
“Esta distinción favorece el café de Nicaragua, es importante para el productor porque se reconoce el trabajo, porque nos pagan un poco más de precio y quizás lo más importante es que es muy beneficioso para la comunidad donde se produce ya que estas distinciones traen aparejadas donaciones para las escuelas y los centros de salud para contribuir al bienestar general de la población”, expresó Danilo Marenco Sáenz, copropietario de la finca.
Destaca por calidad y buenas prácticas
Esta es la segunda vez que un café producido en Nicaragua entra a esa reserva. El primero fue el Nicaragua Cabo Azul, producido en la finca El Limón, de Jinotega.
La finca Monimbó es pionera de los Premium Estates de Cisa Exportadora y como el resto de propiedades que pertenecen a este grupo, fue elegida por la calidad de la taza del café que producen y porque las prácticas sostenibles que realizan en sus procesos destacan entre los productores de su zona. Y fue precisamente porque la taza de Monimbó se caracteriza por su balance, aroma dulce y sabor a albaricoque y chocolate, que la cadena internacional de cafeterías lo eligió para ser parte de su reserva.
John Gardina, gerente comercial de Mercon Centroamérica, añade que la elección da un valor adicional al café local, pero también al país ya que este café se vende en un empaque que destaca el nombre de la finca y del país.
Aunque el lote elegido solo incluye 412.5 quintales del grano, según Gardina la aceptación de esta marca ha tenido tan buena aceptación entre los clientes de la cadena de cafeterías que es posible que esta demande un mayor volumen de este café.
Esfuerzo Conjunto
Según Marenco Saénz este logro es producto del trabajo conjunto que realizan en la finca todos sus colaboradores, guiados por su hijo Danilo Marenco Batres, para garantizar que el manejo de las plantaciones respete las directrices que establecen las cuatro certificaciones que posee la finca.
“Lo que hacemos es no dañar nada en el camino, cuidando el medio ambiente en especial y manteniendo contentos a los trabajadores que realizan sus actividades con amor desde los cortadores hasta los que benefician en café en todos los diferentes procesos. Pero la calidad viene dada por la zona, por el buen cuido y las buenas práctica que implementamos”, dice Marenco Batres.
Y añade que estas incluyen la realización las labores agrícolas en tiempo y forma y el uso únicamente de agroquímicos de franja amarilla (menos tóxicos).
La finca cuenta con varias certificaciones que garantizan la sostenibilidad de su producción: en 2004 obtuvo la C.A.F.E. Practices, otorgada por Starbucks a la producción de café sostenible, en 2006 la Rainforest Alliance que certifica la protección de los ecosistemas y la vida humana y animal. En 2007 recibe la UTZ Certificate good inside, que establece estándares para una producción y recolección de café responsable; y en 2010 consiguió la AAA Nespresso, que está orientada a garantizar la más alta calidad del café y la conservación del medio ambiente.
Fuente: La Prensa