Chile y Corea del Sur han decidido suspender temporalmente la importación de carne brasileña, tras revelarse un escándalo de adulteración en el tratamiento y envasado de los productos.
El ministro de Agricultura chileno, Carlos Furche, precisó que la medida preventiva es de carácter temporal y se mantendrá vigente hasta que se tenga claridad sobre el real estado de los productos bovinos de origen brasileño.
Furche agregó que esperarán la notificación de las autoridades de ese país respecto de si existen frigoríficos autorizados para exportar su productos a Chile.
Le puede interesar: Empresas brasileñas sufren pérdidas millonarias
Retención de embarques
El gobierno de Corea del Sur, séptimo mayor importador de carne de pollo de Brasil, retendrá temporalmente los embarques comercializados por la brasileña BRF, una de las mayores exportadores mundiales de carnes y cuyo nombre fue citado en las investigaciones sobre una organización que adulteraba las carnes en Brasil para poder vender productos vencidos.
El Ministerio de Agricultura de Corea del Sur anunció en un comunicado que intensificará la fiscalización de las carnes que importa desde Brasil y que exigirá de los exportadores brasileños un certificado de salud expedido por las autoritarias sanitarias locales, de acuerdo con la prensa brasileña.
Cerca del 80 por ciento de las 107,400 toneladas de carne de pollo que Corea importó el ano pasado era procedente de Brasil y la mitad fue suministrada por BRF.
Tanto el Ministerio de Agricultura de Brasil como la BRF dijeron que aún no han sido notificadas de la decisión surcoreana.
Lea además: Brasil confronta la peor crisis económica de su historia
Dos años de investigación
El escándalo se dio a conocer el pasado viernes, cuando la Policía Federal de Brasil realizó un allanamiento a decenas de oficinas de procesadores de carne.
Fueron cerca de dos años de investigaciones que arrojaron como resultado supuestos sobornos a fiscalizadores sanitarios con el fin de que flexibilizaran sus controles, autorizando la venta de alimentos no aptos para el consumo.
El caso, conocido como “La carne débil”, reveló cerca de cuarenta casos de frigoríficos, que a través de sobornos a inspectores y políticos pidieron pasar por alto prácticas antihigiénicas, tales como el procesamiento de carne en mal estado y plantas en funcionamiento con trazas de salmonella.
Fuente: La Prensa