Especialistas dicen que por la sequía en el Corredor Seco los campesinos están migrando hacia el Caribe.
El cambio climático está afectando la producción agrícola en el Caribe Norte por la variación en las estaciones lluviosa y de verano, lo que está ocasionando que desde ahora se esté trabajando con los comunitarios en la calendarización de la producción anual, sobre todo en la zona de intervención del programa Edeprosasa que ejecuta El Instituto de Investigación y Gestión Social (Inges) en esa región del país.
En el marco de este programa, con una inversión de dos millones de dólares para un periodo de tres años de ejecución del mismo, mujeres han logrado instalar cien huertos biointensivos, diez biofincas donde se producen materiales genéticos de cultivos que luego se distribuyen en la zona, así como se han diseñado 16 planes comunitarios y se está en proceso de edificación de áreas de venta de verduras en los mercados de Waspam y Puerto Cabeza.
Con estos locales de venta de verduras que son cultivadas en las fincas que participan en el proyecto, se busca fortalecer a los grupos de mujeres y jóvenes que forman parte del proyecto, Guillermo Incer, director del Inges.
“Se está fomentando un modelo de producción intensivo que le quite presión a los recurso naturales, se ha trabajado en el calendario productivo anual que también está sujeto a cambio de acuerdo a como se viene presentando el cambio climático”, añadió Incer. El programa tiene año y medio de estar funcionando.
Además de fortalecer el liderazgo de las mujeres y jóvenes, el proyecto ha permitido recuperar semillas criollas de tomate y chiles en la región. “Se introdujeron semillas mejoradas de tomate y chile y no se logró pegar en la región por lo que decidimos recolectar semilla criolla y es la que está funcionando en la región”, explicó.
Carlos Zelaya, del Centro Internacional de Agricultura Tropical, aseguró que hay evidencias de la incidencia del cambio climático en Nicaragua, así como la presión que se ejerce en el Corredor Seco en la Costa Caribe y sobre todo en la Reserva Bosawas.
“El Corredor Seco de la región central de Nicaragua es una zona donde llueve menos de ochocientos milímetros al año, se va expandiendo y no lo hace hacia el Pacífico sino hacia el Caribe, que es lo que está provocando una fuerte migración de campesinos del centro norte hacia el Caribe”, advierte el especialista.
Más consecuencias
La migración de campesinos hacia el Caribe presiona los recursos boscosos de la zona, lo que traerá otras consecuencias, porque comenzarán a desarrollar “una agricultura que trae agroquímicos y eso afecta los ríos, que son vital para las comunidades”, añade.
“Actualmente hay una mayor variabilidad del clima, hay años más secos que los que se registraban en los años setenta y años húmedos más húmedos, lo que ha causado una enorme inseguridad en la producción de alimentos agrícolas sobre todo en los granos básicos lo que hace que los productores busquen zonas más apropiadas”, dijo Zelaya.
Según Zelaya para enfrentar el cambio climático hay que diseñar estrategias de adaptación al cambio, así como promover la mitigación, algo que se está impulsando en el marco de este proyecto.
Desarrollan congreso
En el marco de este programa, se desarrolló el fin de semana un congrego sobre desarrollo comunitario y diversificación de alimentos en Bilwi, que incluyó un recorrido por tres áreas demostrativas de los huertos en las comunidades de Kambla, Boom Sirpi y Betania donde se ha desarrollado una experiencia exitosa con los huertos y la transferencia de tecnologías.