De los cinco países centroamericanos, Nicaragua es el que emite menos dióxido de carbono, con 0.77 toneladas métricas per cápita al año, por la quema de combustibles fósiles y producción de cemento, de acuerdo a datos del Centro de Análisis de Información sobre Dióxido de Carbono, División de Ciencias Ambientales del Laboratorio Nacional de Oak Ridge (Tennessee, Estados Unidos) recopilada en el 2013.

El mismo informe, utilizado por el Grupo Banco Mundial, reveló que Nicaragua pasó de generar 0.3 en 1960 a 0.77 toneladas métricas per cápita en el 2013, esto significa que en 53 años solo incrementó 0.47 toneladas.

Estos datos contrastan con los de Costa Rica, el segundo país que más dióxido de carbono produce en Centroamérica, con 1.62 toneladas métricas per cápita al año, mientras que en 1960 producía 0.4, incrementándose en ese período en 1.2 toneladas.

A Costa Rica le sigue Honduras, con 1.15 toneladas, luego El Salvador, con 1.04, y Guatemala, con 0.87 toneladas métricas per cápita al año, Panamá encabeza la lista con 2.72.

“Como Nicaragua no es un país extremadamente industrializado, produce muchísimo menos dióxido de carbono que las demás regiones en Centroamérica, sin embargo, el crecimiento de la densidad de los vehículos y el crecimiento poblacional están ocasionando una mayor producción del dióxido de carbono, que aunque no sea tan rápido como en otros países, nos hace parte del calentamiento global”, comentó Olivia Guevara, investigadora en temas de energía e hidrocarburos.

Ivette Cerna, directora ejecutiva de NicaAmbiental, expresó vía telefónica a EL NUEVO DIARIO que existen diversas causas que provocan la emisión de dióxido de carbono, entre ellas el consumo de hidrocarburos de la industria y transporte, pero también por la pérdida de la cobertura boscosa.

“En cuanto sigan habiendo zonas con menos bosques, las cifras podrían variar en un futuro constantemente. Además, el aumento del parque vehicular es otro de los que provoca que haya bastante emisión de dióxido de carbono. Ahora hay una importación de vehículos hacia el país mucho mayor”, señaló Cerna.

La especialista manifiesta que las industrias han sido las que más aportan al efecto invernadero, “aunque las empresas inciden, se ha disminuido porque están tomando medidas como parte de su Responsabilidad Social Empresarial (RSE); pero aún hay trabajo por hacer".

La investigadora en temas de energía e hidrocarburos recalcó que uno de los mayores contaminantes en el país es el uso del combustible bunker, puesto que es bastante sucio y tiene metales pesados como el níquel y el aluminio. Este es bastante utilizado por ser uno de los combustibles más baratos y fáciles de utilizar en las plantas.

“Se ha encontrado compuestos de carbono en las aguas cercanas donde está situado el bunker de Puerto Cabezas. En lugares como Managua, cerca de la planta de Carretera Norte se evidenció zonas bastantes contaminadas por el humo que este produce, también en algunas zonas de Bluefields donde aún no llega la energía eléctrica”, señaló Olivia Guevara.

Inversión en energía verde aporta al clima global

PROGRAMAS • Olivia Guevara, investigadora en temas de energía e hidrocarburos, recomienda más inversiones en energías alternativas para que las emisiones de dióxido de carbono sean aún menores.

Nicaragua espera dejar de producir 11 millones de toneladas de dióxido de carbono en los próximos años. Para el 2020 también espera alcanzar una generación eléctrica renovable cercana al 85% en la matriz energética, según proyecciones oficiales.

Durante la presentación del informe El Estado Global de las Renovables, realizada el pasado siete de junio, Kim Carstensen, representante de Global Climate del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), aseguró que países emergentes como Nicaragua están liderando los esfuerzos en el uso de energías renovables y reducción de emisiones de dióxido de carbono a nivel mundial.

Países como Honduras, Uruguay, Marruecos, Sudáfrica, Jordania y Nicaragua están invirtiendo más del 1% de su Producto Interno Bruto (PIB) para promover el uso de energías limpias y reducir la contaminación, detalló en ese entonces Carstensen.

0.3 millones de toneladas de CO2 producía Nicaragua en 1960.

11 millones de toneladas de CO2 espera dejar de emitir el país en los próximos años.

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