La cosecha argentina de maíz para uso comercial llegará al récord de 36 millones de toneladas en la campaña 2016/17, aseguró esta semana la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. El crecimiento se debió a una baja de impuestos a las exportaciones dispuesta por el gobierno de Mauricio Macri.
Los productores iniciaron hace semanas la siembra del grano, que ocupará un área récord de 4,9 millones de hectáreas partiendo de los 3,85 millones de hectáreas de la campaña 2015/16 —cuando la cosecha fue de 30 millones de toneladas—, restándole superficie a la soja, que igualmente sigue siendo el principal cultivo del país.
Argentina es uno de los mayores exportadores mundiales de soja, maíz y trigo, por lo que las variaciones en sus cosechas repercuten de forma directa en mercados como el de Chicago.
Soja. La producción de soja será de 53 millones de toneladas en la temporada 2016/17, una leve caída frente a los 56 millones del ciclo anterior, explicó durante un congreso organizado por la Bolsa de Cereales el analista Esteban Copati, quien atribuyó la merma al crecimiento del maíz.
Durante el mismo evento, el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, estimó que la superficie de la soja será en esta temporada —que acaba de iniciarse lentamente— inferior a los 20,6 millones de hectáreas logrados en la zafra pasada.
Mientras que la soja sigue pagando una alta tasa de exportación —del 30% del valor total—, el maíz y el trigo se vieron favorecidos por la eliminación de impuestos y restricciones a los embarques dispuesta por el presidente Mauricio Macri ni bien asumió en diciembre pasado. La Bolsa de Cereales estimó la producción de trigo de la temporada 2016/17 en 12,5 millones de toneladas, por encima de los 10,3 millones de la última campaña.
Uruguay. Mientras tanto, en Uruguay, se estima que la siembra de soja estará muy cerca de 1,1 o 1,2 millones de hectáreas, acaparando un área similar a la del año pasado, luego de algunos problemas de calidad a nivel de la semilla ocasionados por el clima. Meses atrás se estimaba que había semilla para unas 900.000 hectáreas, pero luego se disipó esa interrogante. Lo que todavía sigue sin estar claro es cuánta semilla para uso propio está en manos de los productores para plantarse y cuánto se podrá utilizar porque su calidad lo permite.
Fuente: El Pais Rurales