09/10/2016
La región centroamericana continúa la lucha contra la roya y pese al panorama positivo y la mejoría en los cafetales, los expertos recomiendan establecer un control preventivo y revertir la falta de colaboración entre países.
Después de la crisis de la roya durante los años 2012-2014 la falta de información disponible acerca de las opciones de variedades de café resistentes y prácticas de manejo agronómico se hicieron evidentes.
Tras miles de dólares y hectáreas perdidas en Centroamérica, los expertos realizaron una descripción de la enfermedad, el organismo causante y los diversos métodos de control e implementaron prácticas de vigilancia.
Según explicó el experto del Centro de Cooperación Internacional de Investigación Agronómica para el Desarrollo (CIRAD), Jacques Avelino, actualmente existe un panorama “positivo” pero “no se debe bajar la guardia”, porque existen condiciones para que la roya vuelva a afectar los cafetales.
Temperatura y humedad son óptimas
El Instituto Costarricense de Investigaciones de Café en su reporte de septiembre explicó que prevalecen condiciones de temperatura y humedad favorables para el progreso de la roya en todas las localidades dedicadas al cultivo del café.
Para Avelino, los agricultores deben continuar la lucha contra la roya, pese a que se observa una mejoría, en comparación a la afectación que tuvieron durante los años más fuertes de la crisis.
Sin embargo, no solamente deben centrarse en la roya, un hongo que debilita la planta y provoca la caída de las hojas y el fruto, sino también en otras enfermedades que pueden destruir la planta.
“El ojo de gallo (ataca hojas y frutos) también ha afectado mucho los cafetales. En el 2010 tuvimos una epidemia regional que perjudicó a las plantas que son resistentes a la roya, así que hay que seguir trabajando para proponer otro tipo de manejo de la roya, otro ejemplo es el insecto de la broca del café que perfora los granos y podría llegar a ser un problema”, dijo el investigador.
Caída del precio también influyó
El impacto del ataque de la roya del café en la región centroamericana durante la cosecha 2012-2013 fue del 15 por ciento en promedio. Honduras y El Salvador fueron los países con mayores porcentajes de pérdida.
En el periodo 2014-2015 hay cierta recuperación, ya que el impacto fue del 12 por ciento de la cosecha, mientras que en el 2015-2016 fue de un 7 por ciento.
La baja de los precios del café en el mercado internacional en los años 2011-2013 fue un factor que contribuyó al desarrollo de la enfermedad, ya que los productores redujeron las prácticas de manejo y la edad de los cafetales superó los 25 años.
Esto provocó repercusiones sobre las familias productoras y dependientes de la actividad cafetalera, de manera directa o indirecta, se redujo la cantidad de mano de obra utilizada para las labores agrícolas de recolección de café, lo que provocó desempleo y puso en riesgo la seguridad alimentaria de las familias.
El director del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE), Muhammad Ibrahim, explicó que no hay que enfocarse solamente en una enfermedad, sino establecer políticas múltiples con herramientas y prácticas de instituciones a nivel local y regional para poder tomar decisiones a tiempo.
Promueven mejores prácticas
“El sistema de alerta es solo un componente de las medidas que se pueden realizar desde el punto de vista agronómico, además hay que tomar en cuenta factores que son climáticos que también inciden y aspectos como variedades resistentes, prácticas culturales, uso adecuado de la sombra y fertilización de la planta”, dijo Ibrahim.
Con el objetivo de mejorar el trabajo en los cafetales, el CATIE junto con el Instituto Mundial de Investigación del Café (WCR, por sus sigla en inglés) y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) crearon el Manual de Buenas Prácticas Agronómicas.
“Con este texto vamos a tener la oportunidad de acompañar a los técnicos y productores en la aplicación de buenas prácticas. También, estamos preparando una guía específica para productores que sería un complemento de capacitación”, expresó el investigador del CATIE, el brasileño Elías de Melo.
Según los expertos, la falta de colaboración entre los países productores de café es uno de los factores centrales que ha llevado a la continua devastación por la enfermedad.
Fuente: La Prensa