El maíz es el cultivo de mayor área sembrada y cosechada del mundo. Además, es el más producido y consumido. Tiene la particularidad de contar con la más amplia cantidad de países participantes.
Todas estas características convierten al maíz como materia prima, los productos de su transformación, la tecnología para la producción del cereal y sus derivados en elementos centrales en las negociaciones entre países y bloques del mundo.
Estos datos surgen de un estudio realizado por MAIZAR para el Programa de Inserción Agrícola. El trabajo analizó en detalle, en 484 páginas, el mercado mundial de maíz, la situación de la producción, el consumo y la industria de ese grano, los mercados tradicionales de nuestro país y los no tradicionales y la situación en la que se encuentran los países competidores en materia de exportaciones. Todo esto para poder contar con una base sólida que sirva como guía de futuras negociaciones internacionales y diseño de estrategias económicas, públicas y privadas.
Entre 2000 y 2008, la producción mundial de maíz creció 39% y alcanzó las 822 millones de toneladas, mientras que el trigo y el arroz, que por varios años fueron los cultivos de mayor volumen producido, sólo aumentaron en un 15%. En el 2000, los tres granos rondaban los 600 millones de toneladas a nivel mundial.
Otra de las particularidades que tiene el maíz es que se produce en todos los continentes. Según datos aportados por la FAO son 168 los países que cultivan maíz y 51 los que obtuvieron más de un millón de toneladas en el promedio de los años 2000/10.
Para la campaña 2010/11 se estima que se llegará a las 845 millones de toneladas mundiales. Cabe esperar que en Estados Unidos la producción alcance un nuevo record, por un aumento del área sembrada, la segunda más alta en su historia, con 36 millones de hectáreas. Este país es el principal productor por lejos, con cerca del 40% del total mundial. Poco menos de la mitad (18,2%) produjo China (138 millones de toneladas). Con volúmenes mucho menores le siguen la UE-27 (56 millones, que representan el 7,8% del total); Brasil con 45,6 millones (6%), México con 21,3 (3%) y la Argentina, con 17,4 millones (2,5%).
Los volúmenes obtenidos vienen incrementándose en casi todos los países que son grandes productores. Entre 2000/2010, Estados Unidos aumentó el volumen cosechado en un 35%, China lo hizo en un 56%, Brasil en un 79%, en un 39% México, la Argentina en 25% y la India en 66%. Mientras que los datos de la producción europea se redujeron levemente.
Mejores en rindes
Es interesante también analizar el rendimiento con el que se consiguieron estos saltos en volumen de producción. En esta materia, la Argentina tuvo el mejor desempeño, ya que desde 2000 hasta 2010, la tasa de crecimiento en rindes fue del 48,73%. En ese período, el rendimiento promedio fue de 6.700 kg por hectárea. La media más alta se consiguió en 2009, con 8.400 kg/h, seguida por la cifra alcanzada en 2010, unos 8.080 kg/h.
Cerca de este crecimiento estuvo Brasil, con 45,74%. Sin embargo, terminó el período analizado por el trabajo con un rendimiento promedio bastante inferior al de Argentina, 3.510 toneladas.
El rendimiento del maíz por hectárea en Estados Unidos, el mayor productor mundial de maíz, no creció tanto en promedio como el de Brasil y la Argentina, pero aún así sus resultados son mejores al de sus competidores latinoamericanos: Alcanzó un rinde de 9.339 kg por h. En cambio China no logra el rendimiento de Estados Unidos ni la tasa de crecimiento por hectárea que obtuvo la Argentina. Con un promedio de 5.090 kg/h, su rendimiento creció a una tasa de 17,2% entre 2000/10.
De todos modos, los casos exitosos no abundan. Por lo general, el maíz tiene rendimientos moderados y bajos en el resto de los países. Es por eso, que la Argentina también podría transformarse en un proveedor de la tecnología necesaria para que el cultivo exprese el máximo potencial de rendimiento como podrían ser los insumos, el acopio, el transporte y el conocimiento integral de las más modernas tecnologías.
La eficiencia en rendimientos de la Argentina hizo compensar la pérdida en área sembrada. Entre 2000 y 2010, la superficie de siembra del maíz disminuyó en un 19%. Esta es una tendencia opuesta a la que se dio en todo el mundo, ya que los grandes competidores de maíz optaron por aumentar la superficie de siembra. Por ejemplo, Estados Unidos lo hizo en un promedio de 12% , China en 30% y Brasil aumentó en 9,7%.
Fuente: Maizar