Han pasado seis años desde que el sector arrocero proyectó que necesitaban entre ocho y diez años para lograr la autosuficiencia en este alimento; sin embargo, Nicaragua todavía importa cantidades significativas de este grano.

Las estadísticas del Banco Central de Nicaragua (BCN) reflejan que en cinco años las importaciones del grano han venido creciendo, hasta el punto que el año pasado se trajo del exterior unas 19 mil toneladas de arroz, más que en 2013. Esto equivale a un incremento del 16 por ciento desde que en 2012 el sector estimó que dentro de ocho o 10 años Nicaragua ya no requeriría importaciones de este alimento.

El año pasado el país compró 138 mil toneladas de arroz por 49.8 millones de dólares, mientras que en 2016 fueron 144 mil toneladas por las que se pagaron 54.5 millones de dólares.

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En 2015 se compraron 131 mil toneladas a 46 millones de dólares mientras que en 2014 fueron 126 mil toneladas a 57 millones de dólares, en tanto en 2013 entraron al país 119 mil toneladas, por lo que se pagó 53 millones de dólares.

A pesar de la cantidad de arroz comprado en el exterior, Wilfredo Bejarano, secretario ejecutivo de la Asociación Nicaragüense de Arroceros (Anar), aseguró que en 2017 el 52 por ciento del total de la producción de la región centroamericana fue cultivada en Nicaragua.

El Plan Nacional de Producción del ciclo agrícola 2017-2018 indica que respecto al ciclo anterior se visualiza un aumento del 5.6 por ciento en la producción total de arroz y para así llegar a 5.37 millones de quintales.

Esta producción, no obstante, es insuficiente para cubrir la demanda interna estimada en siete millones de quintales, superior a los 6.8 millones de quintales consumidos en 2016.

Crecimiento del sector
En 2008 el Gobierno a través del entonces titular del Ministerio Agropecuario y Forestal (Magfor), Ariel Bucardo, prometió financiamientos para estimular la producción arrocera y acercar al país a la autosuficiencia.

Además la Presidencia se comprometió a invertir en el sector arrocero, para aumentar la producción y disminuir así las importaciones de este producto.

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Bejarano explicó que la producción del arroz “ha venido experimentando un marcado crecimiento desde la implementación del Programa de Apoyo al Productor Arrocero (PAPA), lo que ha permitido al sector retomar el liderazgo en la producción de arroz en Centroamérica”.

Según Bejarano, después del 2012 el sector ha incrementado un 44 por ciento su producción a nivel nacional y agregó que los avances del sector son satisfactorios.

Enfrentar el DR-Cafta
Pero este crecimiento está amenazado. A raíz de la firma del DR-Cafta (Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos y Centroamérica y República Dominicana), los productores de arroz demandan el establecimiento de un fondo de compensación, que permita amortiguar las pérdidas que le provocará al productor vender el grano a precios menores al costo de producción debido al proceso de desgravación que finalizará en 2023.

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Bejarano explicó que desde Anar se han venido “preparando para que los productores obtengan una mejor posición competitiva en esta transición hacia un libre mercado del arroz con los Estados Unidos”.

Dentro de seis años el arroz de ese país entrará con cero arancel a Nicaragua. El representante del gremio hizo un llamado a “consumir el arroz nacional para apoyar a las 60 mil familias que están involucradas directamente en la producción del arroz” y así se mantenga la dinámica productiva y económica en el sector.

Fuente: La Prensa