Aunque por segundo ciclo consecutivo el pulgón amarillo amenazó la producción de sorgo, la adopción de mejores prácticas agrícolas para el control de maleza, plagas y enfermedades junto con el uso de semillas híbridas tropicalizadas producidas localmente, evitaron daños considerables en la actual cosecha y redujeron los costos de producción.

Sin embargo, según cifras oficiales, la cosecha de sorgo rojo o industrial se reduciría actualmente hasta en 40 por ciento, como consecuencia de la merma en las áreas de siembra.

La capacitación y asistencia técnica brindada por dos especialistas mexicanos permitió que en las plantaciones de pequeños productores beneficiados por el programa Impulsor, la presencia del pulgón amarillo fuera mínima y que los focos de la plaga que aparecieron se controlaran rápidamente, dice René Clará, director del programa Impulsor que ejecuta TechnoServe, con financiamiento de Cargill de Nicaragua.

En el marco de este programa, Nicaragua logró liberar en 2016 una variedad de sorgo híbrido, que ahora se produce en el país, cuando antes se debía importar toda semilla de este tipo.

Es más barata que las importadas

“Esta semilla híbrida es tan apetecida por el pulgón amarillo como el resto de variedades, pero como es más barata, vale como 50 por ciento menos que las importadas, entonces el productor tiene más capacidad para proteger su cultivo. Por ejemplo, si iba a gastar sesenta dólares por manzana en semilla, con esta solo gasta treinta dólares y le quedan treinta dólares para comprar otros insumos que le permiten proteger su plantación de la plaga”, explica Francisco Vargas, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Productores de Sorgo (Anprosor) y añade que para la siembra se requieren 16 libras de semilla por cada manzana.

Según Clará, en la cosecha que concluyó en enero, los pequeños productores sembraron 1,455 manzanas con el híbrido que promueve el programa y esperaban rendimientos de hasta 65 quintales por manzana. El rendimiento promedio nacional es de 40 quintales por manzana.

El Plan Nacional de Producción, Consumo y Comercio del ciclo 2017-2018 proyecta una reducción del 45.8 por ciento en las áreas de siembra que pasarían de 35,600 manzanas en el ciclo 2016-2017 a 21 mil en el 2017-2018. Dicha disminución provocaría que en la cosecha actual se obtengan únicamente 840 mil quintales.

Vargas atribuye la reducción en las áreas de producción a que el precio de compra, 11.40 dólares por quintal, no resultó atractivo para los productores, por lo que muchos prefirieron rotar el cultivo con soya o maíz blanco.

Además, Vargas dice que el plan de producción solo contempla lo que se le vende a la gran industria avícola, con la que el sector firmó un convenio para la venta de 700 mil quintales, pero considera que la cosecha global podría ser de 1.1 millones de quintales. El excedente de 400 mil quintales una vez cumplido el compromiso con la industria se comercializan en el mercado local donde lo adquieren pequeños avicultores y la población en general que lo utiliza para alimentar a las aves y otros animales de traspatio, dice Vargas.

Más validación
Durante la actual cosecha, el programa Impulsor que ejecuta TechnoServe, con financiamiento de Cargill de Nicaragua y en coordinación con grandes productores, se validaron dos nuevos híbridos de sorgo.

“Estos mostraron resultados positivos de desarrollo genético en su potencial de rendimiento, calidad de granos, adaptación tropical, tolerancia al acame (tallo fuerte que soporta vientos sin doblarse) y enfermedades foliares”, detalla René Clará, coordinador del programa.

Fuente: La Prensa