El maíz argentino concluyó la semana con bajas en las propuestas hechas por los exportadores en dólares. La transición fue de 185 a 180 dólares por tonelada –de 205.000 a 212.000 pesos– para el Gran Rosario; de 185 a 182 dólares –de 205.000 a 215.000 pesos– para Bahía Blanca, y de 183 a 180 dólares por tonelada –de 206.000 a 212.000 pesos– para Necochea.
En su última referencia para la semana, la Secretaría de Agricultura calculó el FAS teórico del maíz en 195.694 pesos por tonelada. En cuanto al valor FOB en los puertos argentinos, según los reportes diarios del organismo pasó de 206 a 197 dólares por tonelada para los despachos mayo/junio y de 200 a 194 dólares para julio/abril.
Negativo fue el balance de la semana para los precios del maíz en el Matba Rofex, donde los ajustes de las posiciones julio y septiembre retrocedieron un 1,69 y un 1,05%, tras variar de 177 a 174 y de 180,40 a 178,50 dólares por tonelada.
En su informe semanal sobre la carga de buques programada para el período del 28 de mayo al 2 de julio, la BCR marcó que deben salir del Gran Rosario 1.126.800 toneladas de maíz; desde Bahía Blanca, 207.205 toneladas, y de Necochea, 27.000 toneladas.
La BCBA indicó que el jueves que la cosecha de maíz en la Argentina sigue avanzando de manera lenta, en la espera de alcanzar la humedad óptima en grano. "Al momento se cosechó el 40,5% del área apta, con un rinde medio de 80 quintales por hectárea. Hacia el Norte del área agrícola se reportan los primeros avances, principalmente en el NOA, con rindes que comienzan a reflejar el efecto del estrés hídrico sobre planteos de primera, los cuales se encuentran en torno de los 50 quintales. Por otro lado, los sucesivos eventos de precipitaciones complican la situación en Buenos Aires, lugar que reporta excesos hídricos en entre un 10 y un 30% de la superficie con cultivos en la zona. En este contexto, mantenemos nuestra proyección de producción en 49 millones de toneladas", señaló la Bolsa.
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La semana fue negativa de principio a fin para el maíz en Chicago, donde los contratos julio y septiembre retrocedieron un 3,38 y un 3,31%, al pasar de 180,90 a 174,79 y de 172,33 a 166,63 dólares por tonelada. Inexorablemente, el empalmen entre campañas se sigue dando hacia abajo, como consecuencia de las buenas perspectivas productivas en EE.UU. y del perjuicio que la incertidumbre derivada de la escalada arancelaria le está ocasionando a los mercados. Entre los factores que derivaron en las nuevas bajas destacamos:
- Safrinha en progreso y rumores sobre cancelaciones
A la par de la perspectiva de una cosecha propia récord en el ciclo 2025/2026, el mercado estadounidense padeció durante toda la semana por el inicio de la recolección de la safrinha en Brasil –el lunes la Conab marcó su avance sobre apenas el 0,3% del área, contra el 1,1% de igual momento de 2024 y el 0,6% promedio de los últimos cinco años–, que debe responder por casi el 80% de la oferta total de maíz brasileño y que comenzará a entrar en el circuito comercial en las próximas semanas, concentrando la atención de los compradores mundiales. Esta situación disparó rumores sobre posibles cancelaciones de negocios acordados en Estados Unidos en tiempos de valores muy superiores a los actuales. Y si bien el volumen que tendrá la cosecha de EE.UU. todavía puede modificarse si, como muchos especulan, no se lograr cumplir con el programa de siembra inicial, un volumen que ronde los 400 millones de toneladas necesitará un acompañamiento incondicional de toda la demanda interna y externa que sea posible.
- Idas y venidas arancelarias
Como se amplió en el espacio de la soja, las idas y venidas judiciales sobre la validez o no de los aranceles recíprocos, justo cuando se esperaban resultados positivos en las negociaciones entre la Casa Blanca y Japón, y las diatribas de Trump contra China fueron hechos adversos para la toma de decisiones de los administradores de los fondos de inversión, que optaron por liquidar posiciones y ver qué pasa en adelante. Y, justamente, lo que pasó en adelante fue, tras el cierre de las operaciones del viernes, el anuncio de Trump sobre el incremento de los aranceles a las importaciones de acero y de aluminio del 25 al 50%, que eclipsó la decisión del propio presidente de postergar hasta el 9 de julio la imposición de aranceles del 50% contra la Unión Europea, bloque que en lo que va del ciclo comercial 2024/2025 hizo a Estados Unidos su segundo proveedor de maíz, con cerca de 3,50 millones de toneladas.
- Menores exportaciones semanales de EE.UU.
El viernes el USDA reportó ventas 2024/2025 de maíz por 916.700 toneladas, por debajo de las 1.190.800 toneladas del trabajo precedente, pero dentro del rango estimado por los privados, de entre 750.000 y 1.400.000 toneladas. "Las ventas disminuyeron un 23% respecto de la semana anterior y un 34% en la comparación con el promedio de las últimas cuatro semanas", indicó el USDA, que ubicó a Japón como el principal comprador, con 214.400 toneladas. Las operaciones 2025/2026 fueron reportadas en 31.000 toneladas, dentro de las previsiones de los operadores.
- Las exenciones para las refinerías, otra vez en agenda
Y cuando más se necesita de la demanda, el mercado fue caja de resonancia de las versiones que dieron por altamente probable la chance de que la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos se incline por validar exenciones –hay muchos pedidos pendientes de resolución desde la Administración Biden– a pequeñas refinerías de petróleo para evitarles cumplir con los mandatos de corte con biocombustibles (como el etanol) que las firmas de la industria petrolera consideran muy gravosos para sus endebles estados financieros. En cuanto a las noticias desde la industria del etanol, fue neutro el reporte semanal de la Administración de Información sobre Energía de Estados Unidos, dado que en él elevó de 1.036.000 a 1.056.000 barriles la producción diaria de etanol, una cifra que, igualmente, quedó por debajo del dato vigente un año atrás, de 1.068.000 de barriles, al tiempo que redujo de 24.944.000 a 24.281.000 barriles las existencias del biocombustible, una marca se mantuvo arriba de los 23.207.000 barriles en stock en igual momento de 2024.
- Buenas perspectivas para la producción en la UE
En las primeras previsiones publicadas para la producción de maíz 2025/2026, el Monitor de Recursos Agrícolas (MARS, por sus siglas en inglés) de la Unión Europea proyectó el lunes un rinde promedio de 7,45 toneladas por hectárea, un volumen que se ubica un 10,53% por encima del obtenido el año pasado, de 6,74 quintales, y un 5,08% arriba del promedio de los últimos cinco años, de 7,09 quintales por hectárea.
Entre los pocos factores que limitaron la caída del valor del maíz destacamos:
- El informe sobre cultivos y la chance de una siembra menor
En su primera valoración para el ciclo 2025/2026, el martes el USDA expuso una condición de las plantas bastante inferior a la prevista por el mercado. En efecto, mientras que los operadores aguardaban, en promedio, un 73% de maíz en estado bueno/excelente, el organismo ponderó con esa calificación el 68% de las plantas, una marca inicial que resultó la más bajas de los últimos 6 años. A esto se agregó el interrogante por lo que aún queda por sembrarse. Al respecto, en Ohio, en el Este del cinturón sojero/maicero, apenas se cubrió el 54% del área prevista, contra el 74% de 2024 y el 73% promedio de los 5 años precedentes. Es en esa porción del Medio Oeste donde los operadores creen que, por una combinación de excesos hídricos, costos en alza y valores en baja, los planes de siembra de maíz no se cumplirán, con muchos productores optando por no sembrar y por embolsar el seguro que aporta el USDA. En el nivel país el USDA relevó el progreso de la siembra sobre el 87% del área, contra el 78% de la semana anterior; el 81% de igual momento de 2024; el 85% promedio de los últimos cinco años, y el 88% previsto en promedio por los operadores.